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Micron fabrica las unidades de estado sólido desde cero. Todos los pasos del proceso se llevan a cabo de forma interna, desde la creación de la memoria flash a partir de obleas de silicio a la construcción de las tarjetas de circuito impreso y el montaje de los productos ya acabados. Además, ponemos a prueba la calidad y fiabilidad de nuestros productos con rigurosidad antes de enviarlos a clientes de todo el mundo.

Las unidades de estado sólido utilizan chips de memoria flash para almacenar la información, y una SSD está hecha de muchos chips de memoria instalados en una tarjeta de circuito. Micron fabrica en suspropias instalaciones los chips de memoria flash a partir de obleas de silicio, de igual modo que hace con la memoria del ordenador. 

Puesto que las obleas de silicio son propensas a contaminarse, los robots mueven las obleas a través de más de 800 operaciones, lo que supone un proceso de más de un mes de duración. A medida que las obleas avanzan a través del proceso, se les añade muchas capas de materiales. Entre otros, materiales conductores como el cobre o no conductores como el dióxido de silicio. Después de aplicar cada capa de material, se recubre la oblea con un fluido sensible a la luz; a continuación, se aplica luz ultravioleta a través de una plantilla de cristal con el patrón del circuito eléctrico. En las partes donde la luz entra en contacto con los materiales, estos se descomponen y se disuelven. Por el contrario, allá donde los materiales están protegidos por la plantilla, estos permanecen intactos, imprimiendo de esta forma el circuito eléctrico en la oblea. El baño químico retira cualquier material residual.

Después de la impresión, cada oblea de 30 centímetros alberga cientos de chips, que deben ser cortados para separarlos. Una vez que se han cortado los chips, se insertan en una carcasa protectora de plástico. 

Las tarjetas de circuito grandes se cubren con pasta de soldadura de alineación de estaño en las zonas donde se colocarán los chips de memoria y otros componentes. Un robot fija los componentes a la tarjeta; después, las tarjetas montadas se llevan a un horno que fusiona los componentes a la tarjeta.

Las tarjetas pasan primero por un escaneado óptico para verificar que los componentes colocados en la tarjeta están en el lugar correcto. A continuación, una máquina de rayos X garantiza que todo está debidamente soldado a la tarjeta. Las tarjetas de circuito grandes se cortan en tarjetas individuales y, en el caso de unidades de 2,5 pulgadas, se introducen en una carcasa de plástico.

A partir de ahí, cada unidad se etiqueta con su modelo y número de serie, especificaciones técnicas y otra información. Otro elemento informativo es un código de barras para el seguimiento de la producción. Las unidades se conectan a un equipo de prueba para comprobar la funcionalidad e instalar el firmware que ejecuta la unidad. A continuación, la unidad se somete a pruebas de rendimiento durante 60 horas para garantizar que almacena información de forma correcta y lee y escribe a las velocidades propuestas. Las SSD Micron también se ponen a prueba en una variedad de placas base para garantizar una gran compatibilidad.

El siguiente paso es introducirlas en una bolsa de aluminio para evitar la electricidad estática y colocarlas en una caja de cartón. A partir de ahí, se envían a cualquier parte del mundo.

Micron es uno de los pocos fabricantes que hace unidades de estado sólido a partir del silicio. Gracias a un control de calidad desde el primer al último paso, se garantiza el rendimiento de las unidades, y con la herramienta Crucial® Advisor™ o la herramienta System Scanner, puede encontrar el factor de forma correcto, la interfaz correcta y el tamaño apropiado para sus necesidades de almacenamiento.