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Pasarse de un disco duro (HDD) a una unidad de estado sólido (SSD) puede resultar confuso. Una vez que haya determinado qué tipo de rendimiento necesita y cuánto espacio de almacenamiento requiere, es hora de encontrar un factor de forma compatible con su sistema.

Hay tres factores de forma que definen a las unidades de estado sólido: el tamaño de la unidad, el tipo de interfaz de conexión y el espacio físico que ocupe la unidad en el ordenador.

El factor de forma estándar para las SSD es el de 6,35 cm, que encaja en el puerto de la unidad de la mayoría de los ordenadores portátiles o de sobremesa. Dado que muchos usuarios sustituyen sus discos duros por unidades de estado sólido, la unidad de 6,35 cm se ha convertido en el estándar tanto para los HDD como para las SSD con el objetivo de facilitar la compatibilidad para todo aquel que desee actualizar su ordenador. Este tipo de unidades se ha diseñado para minimizar la necesidad de cambiar los cables de interfaz conectados, facilitando al máximo la transición a una unidad de mayor rendimiento. Consulte las 10 razones principales para actualizar a una SSD.

mSATA es un factor de forma de SSD más pequeño. Las SSD mSATA son ocho veces más pequeñas que una unidad de 6,35 cm y están diseñadas para conectarse en un receptáculo mSATA en las placas base de los sistemas. Las unidades mSATA se usan en dispositivos minis y ultrafinos o como unidad secundaria en los ordenadores de sobremesa.

El factor de forma más pequeño para las SSD es el M.2, que es aproximadamente del tamaño de un chicle. Las SSD M.2 se conectan a la placa base mediante un receptáculo M.2 y están diseñadas para tabletas y ultrabooks con grandes restricciones de espacio.

Obtenga más información sobre el papel que juega una SSD en su ordenador.

Para saber qué tipo de SSD es compatible con su sistema, use nuestra herramienta de Crucial^® Advisor^™ o System Scanner y averígüelo en solo unos clics.